• Protegen nuestro aparato digestivo de los microrganismos patógenos.
• Ayudan a mejorar los síntomas de algunos trastornos intestinales como la diarrea y el estreñimiento.
• Contribuyen a reducir el riesgo de problemas digestivos como la diarrea asociada a los antibióticos.
• Contribuyen a restituir y mantener en equilibrio la microbiota intestinal.
• Ayudan a reducir algunos síntomas del síndrome de colon irritable.
• Contribuyen a mejorar la absorción de nutrientes al descomponer los alimentos.
• No tienen gluten, derivados de la leche, colorantes o saborizantes artificiales.